Lo que leímos:
"Sólo aquel que en su mente no admite la derrota encontrará a Dios, en el templo de su corazón.
Sean cuales sean los obstáculos que se te presentan, nada te impide buscar a Dios en el santuario secreto de tu corazón y amarle con toda tu alma.
Siempre que el desempeño de tus obligaciones te deje algún tiempo libre, retírate a la gruta del silencio que se halla en tu interior.
No encontrarás el silencio entre las multitudes; así pues, busca el momento y la oportunidad para estar a solas contigo mismo.
En la gruta del silencio interior hallarás la fuente de la sabiduría."
“En el Santuario del Alma” por Paramahansa YoganandaEn esta meditación acompañamos el canto del Om con cuencos de cristal.
Reflexiones de los participantes después de la meditación:
Hablamos de la curación que generan los cuencos tibetanos y de cristal. Producen un masaje energético a través de la vibración del sonido.
“Estaba enojada hace días conmigo misma. Al oír el sonido del cuenco y el canto del Om grupal , apareció ante mí el Sagrado Corazón de Jesús con sus rayos de Luz, sentí deseos de llorar y suspiré profundamente, en ese instante mi enojo y angustia desaparecieron.”
“Yo también me desperté enojada conmigo misma, la experiencia de mi compañera me ayudó a ver con más claridad qué me estaba pasando.”
“Sentí qué alguien cerca mío tenía mucha angustia, comencé a liberar el chakra laríngeo, para dejar salir el dolor de las palabras no dichas y de las palabras mal dichas.”
“Empecé a agradecer todo lo que poseo de amor de mis compañer@s, de mi familia, de la Tierra, del Universo… Surgió en mí el querer liberar lo que más me perturbaba y apareció la palabra “juzgar”.
La puse mentalmente en un papel y a quemar en un fuego que ardía en el centro del grupo. Fue una ceremonia interna de la cual sentí que todos participaban.”
A través de estos testimonios podemos comprobar cómo la vibración y los pensamientos de cada uno son percibidos por los demás y cómo se potencia la curación de los dolores internos cuando varias personas entran en su “gruta interior” y desde allí activan la buena voluntad y el Amor hacia sí mismos y hacia los demás.
Por ser la última meditación del año cada un@ abrió “al azar” un libro de Mandalas de todos los países, cada hoja va acompañada de una poesía o escrito de grandes seres de la Tierra. A cada uno nos llegó un mensaje que también era para todos.
Deseamos compartirlos con quienes lean esta página:
Del libro Energía y fuerza de los mandalas de Marion y Werner Küstenmacher:
“Gran Espíritu, concédenos un corazón que escuche: para que de tu Creación, no tomemos más de lo que demos, para que no destruyamos de manera despótica para satisfacer nuestra codicia, para que no nos neguemos a renovar su belleza con nuestras manos, para que nunca tomemos de la Tierra lo que en realidad no necesitamos.
Gran Espíritu, concédenos un corazón que comprenda: que creamos confusión cuando perturbamos la música de la Tierra, que somos ciegos a su belleza, cuando afeamos su rostro, que nuestra casa está llena de hedor, cuando estropeamos su perfume.
Sí, Señor, cuando tratamos a la Tierra con cuidado, ella cuida de nosotros.” Oración India
“Cuando en lo infinito se repite siempre lo mismo, la bóveda de mil arcos se cierra en sí misma con fuerza, fluyen las ganas de vivir en todas las cosas, tanto en las más pequeñas como en la estrella más grande, y toda la opresión y la lucha es calma para Dios, nuestro Señor.” Johann Wolfgang von Goethe
“Vi una vez lo único que buscaba mi alma; y la culminación que alejamos más allá de las estrellas, que nos empuja hasta el final de los tiempos, la he sentido en estos momentos.
Lo más sublime estaba allí, en este círculo de la naturaleza humana y de las cosas, estaba allí.” Friedrich Holderlin