Meditación del 17 de octubre 2009

Meditación del sábado 17 de Octubre de 2009 – Mano Solar –

Nuestras meditaciones buscan, de una manera sencilla y al alcance de todos, poder

re – encontrar nuestro espacio interior, cada uno dentro de sus tiempos y posibilidades.

No “enseñamos” a meditar porque la meditación no se aprende sino que es el estado natural del Ser, que nosotros hemos olvidado de tanto volcarnos hacia afuera.

Lo que leímos:

La meta evolutiva de la humanidad es traer el principio interno del Alma, el Cristo, a una plena y perfecta manifestación.

A medida que somos capaces de reflejar la energía del Alma en cada aspecto de la vida diaria, no sólo se transforma nuestro entorno, sino que actuamos como agentes transmutadores en el corazón de la humanidad.

Hagamos un hábito de conectar con nuestro espacio del Corazón, nuestro espacio Sagrado, cuando nos vemos enfrentados a los eventos que ocurren en el mundo, ya que nuestro Corazón nunca nos dirá algo equivocado, nuestro Corazón es nuestra Alma, nuestro Yo Superior, nuestra presencia YO SOY.

Yo Soy Luz, Yo Soy Paz, Yo Soy Amor.

Yo y lo Divino somos Uno.

Yo acepto mi Corazón Crístico en unidad y verdad.

Que Así Sea y Así Es.

Luego de meditar :

Al intercambiar nuestras sensaciones y vivencias durante la meditación pudimos observar que resulta difícil mantener la conexión con nuestro Ser Interno, que la mente se dispara y vuelve a ocupar el espacio y que, muchas veces, nuestro intento de acallarla no da resultado.

Lo que pudimos reflexionar es que tenemos expectativas en cuanto a la calidad y cantidad de nuestra meditación, y eso nos tensa y nos aleja aún más .

En cambio, si soltamos de entrada los pre-juicios, los pre-conceptos y las expectativas y nos entregamos a la experiencia de ir aquietando poco a poco las energías física, emocional y mental a través de la respiración atenta, la música y el aflojamiento de tensiones, nuestra Presencia Espiritual aparece naturalmente y nos dedicamos a contemplarla, de la misma manera que contemplamos un atardecer o cualquier belleza de la Naturaleza. Sólo podemos contemplar y extasiarnos, contemplar y maravillarnos, y sentir. Será diferente lo que sienta y perciba cada uno de nosotros y no hay palabras ni descripciones que alcancen a expresarlo, es pura vivencia y experiencia interior.

Aunque estas percepciones duren un segundo o media hora todo lo que vivenciamos, percibimos y sentimos queda grabado adentro nuestro, en la mente, el corazón, las células y los átomos que nos componen. A su tiempo dará sus frutos sin que casi nos demos cuenta.