El sexo, Expresión del amor

A través de textos leídos y de la propia experiencia a lo largo de tantos años quisiera compartir mi profunda convicción de que el sexo forma parte del amor y fuera de él deja un vacío muy difícil de llenar - hoy en día reprimido y puesto a un lado ante el avasallamiento de los paradigmas sociales actuales que nos confunden y condicionan -. A pesar de eso hay grandes pensadores, escritores y maestros del amor que logran esclarecer nuestra comprensión.

En el libro “Hijas de la alegría” de Deepak Chopra el protagonista pregunta a su maestra:

(...)"¿Es el sexo una expresión del amor?"

"Depende. El sexo es como las demás expresiones de la vida: puede estar conectado al amor o no estarlo.En su origen, el sexo no es sino amor. Es la fuerza creadora del Universo.

El sexo entre dos seres humanos está en relación con todo lo demás. Puedes imbuir el sexo de cualquier otro sentimiento, y puedes imbuir cualquier sentimiento de sexo.Si quieres practicar sexo por puro placer, no pasa nada, pero descubrirás que has convertido el sexo en poco más que una sensación. Las sensaciones no incrementan el valor de la vida ni nos conectan con otras personas, porque una sensación es algo completamente privado. Para usar el sexo como conexión con el otro lo tienes que mezclar con el amor, la autoestima, el respeto a los demás, la bondad, la alegría y la entrega. Estos valores son los que te hacen humano, y harán que el sexo sea más humano también"(...)


La psicóloga y escritora Robin Norwood en su libro “Porqué a mí, porqué esto, porqué ahora”, nos dice:

(…)Cuando dos personas participan de un acto sexual consentido, funden la totalidad de sus cuerpos. Los cuerpos físico y etérico, los cuerpos emocionales o astrales y los cuerpos mentales, todos se entremezclan.

La forma del corazón, tradicionalmente asociada con el amor, representa en verdad la superposición y la fusión de las auras, campos energéticos en forma de huevo, de dos personas enamoradas.

Durante el acto sexual esa fusión de campos energéticos se produce, aunque ambos no estén ligados por el amor.

En realidad, la enseñanza esotérica es que, durante la cópula, uno abre a su pareja el alma: la parte más elevada de sí mismo, la parte vinculada con Dios.

De ahí el riesgo de daño psíquico, a menos que cada uno mantenga una actitud de afecto e interés por el bienestar del otro. Si uno de los dos tiene una actitud negativa, hostil o indiferente, o si desea aprovecharse de su pareja, se produce una herida en el plano energético (…)

Con frecuencia, si no hay afecto verdadero entre dos personas sexualmente involucradas, ambas operan por algún grado de motivación negativa y, por lo tanto, las dos se perjudican (…)


Sería interesante, creo, que comencemos a re evaluar y prestar profunda atención, a lo que realmente sentimos si nos dejamos llevar por relaciones efímeras o del momento.

Ya qué, como hemos concientizado, involucramos mucho más de nosotros mismos de lo que quizás teníamos noción.

Esto va más allá de convicciones morales o religiosas (muy válidas de hecho), apunta al tema de preservarnos, de sentirnos valiosos, de comprender que nuestro cuerpo está íntimamente ligado a nuestra alma y que nuestra alma se alimenta de amor, siendo el amor lo único que la llena y la satisface.