Meditación del 27 de Agosto de 2011


Lo qué leímos:

LUZ Y OSCURIDAD – Fragmento de un discurso de Mandela tras 30 años de prisión

“Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.

Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.

Nos preguntamos ¿quién soy para ser brillante, hermoso, talentosos, extraordinario?

Mas bien, la pregunta a formular es: ¿quién eres tú para no serlo?

Tu pequeñez no le sirve al mundo.

No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor.

Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior.

Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros, está en cada uno.

Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo.

Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.”

Para entrar en meditación y concientizar la unión que se genera entre aquellos que se encuentran en la misma sintonía, escuchamos estas oraciones:

Nos unimos

A todos los corazones nobles.

A todos los que viven en la conciencia de paz.

A todos los que están cantando el Om o Amén en este momento en cualquier lugar del planeta.

Después de la meditación, la experiencia de los participantes:

“Tomé conciencia de que dentro de los otros hay un corazón latiendo y sintiendo igual que el nuestro y que todos estamos unidos en este latir.”

“Sentí que estaba frente a un espacio nuevo y la incertidumbre de qué podía encontrar allí: ¿un espacio vacío o un espacio lleno?”

-Esta incertidumbre surge casi siempre cuando la meditación nos lleva a planos más profundos y desconocidos, en los cuales tememos que nuestra personalidad se disuelva o desaparezca, y entonces ¿qué quedará de mí?. En realidad es ahí donde aparece nuestro verdadero ser, que siempre estuvo y estará, esperando que nos contactemos-

“Sentí que estaba contenida y flotando dentro de un óvalo de luz.”

“Ví colores índigo y violeta, como ondas luminosas en las cuales sentía gran paz.”

- Así, paso a paso, día a día, momento a momento, cada uno de nosotros, en el lugar que esté y a su manera, podemos brillar y ser luz para los que nos rodean, cada paso que damos es un paso para todos-