Uno de nuestros mayores problemas para relajarnos es lograr que nuestra mente se calme. Creemos que ella es todopoderosa y gobierna nuestro ser. En realidad esto no es así y es fundamental para lograr un equilibrio interno y una relación pacífica con el entorno pensar a través del corazón. A través de la práctica asidua del siguiente ejercicio podremos convertir en natural y habitual este mecanismo. Aún una corta práctica brinda maravillosos resultados.
Nos recostamos boca arriba apoyando suavemente las manos sobre el pecho en una forma cómoda y relajada.Podemos poner una música suave si nos gusta.
*Inhalamos por nariz, llevando el aire hasta la cabeza.
Exhalamos por nariz sintiendo que nuestros pensamientos bajan al corazón.
Repetimos varias veces esta respiración con la sensación de que estamos vaciando nuestra mente y llenando el corazón, hasta sentir la mente más liviana y libre.
*Inhalamos por nariz dentro del corazón llenándolo de paz.
Exhalamos por la boca liberando las tensiones del corazón.
Repetimos varias veces hasta sentir el corazón más liviano y libre.
*Inhalamos por nariz llenando el corazón de paz.
Exhalamos por nariz expandiendo la paz en nuestro interior.
Repetimos varias veces hasta sentir esa expansión en nuestro interior.
Nos desconectamos de la respiración y descansamos.
Puede realizarse antes de dormir porque ayuda a un sueño tranquilo y reparador o en cualquier momento de tensión mental o pensamientos recurrentes.
Es ideal realizarla recostados ,pero también tiene efectos muy positivos, sentados o parados.