En esta meditación, por primera vez no seguimos las pautas acostumbradas ya que una de las participantes traía un tema muy difícil y las reflexiones que surgieron ocuparon más tiempo del habitual.
Hablamos de enfermedades terminales o muy serias y como acompañar desde el verdadero amor y desapego. Desapegar de un ser querido es tremendamente difícil y solamente la profunda fe en los procesos del alma nos permite lograrlo.
Cuando comprendemos que esa alma está haciendo un proceso interno profundo y desconocido a simple vista y nos conectamos con ella, esté la persona consciente o no, lejos o cerca, pidiendo únicamente "luz para su alma", se genera una conexión de alma a alma que nos aporta calma, seguridad y sosiego. Nos compenetramos en acompañar su proceso sabiendo que resultará en el mayor bien posible.
A medida que ahondábamos estos temas una energía especial fue apareciendo, podríamos llamarla una energía meditativa.
Surgió también la figura de la Madre Teresa, quien una vez escribió sobre sus dudas de fe y hablamos sobre los momentos "oscuros", en los cuales no vemos la salida o sentimos haber retrocedido o habernos estancado. Saber que aún grandes seres espirituales pasan la difícil prueba de la falta de fe y la desesperanza, nos da coraje para seguir adelante y confiar en la "luz" aún en medio de la oscuridad!
El principal mensaje de la Madre Teresa fue: dedicarnos a nuestro hogar y entorno con el mayor amor posible, ir desarrollando la energía del amor paso a paso, observando en cada acción nuestros resultados amorosos o faltos de amor.
Cada ser tiene su "porción", su lugar de vida y desarrollo, de eso se trata, de hacer lo mejor que podemos nuestra parte, y todas esas pequeñas partes unidas por el amor generan los grandes cambios de la humanidad.
Ya quedaba poco tiempo y al preguntar si hacíamos la meditación alguien dijo:" esta fue una meditación hablada". Fue maravilloso darnos cuenta y vivenciar las palabras de Osho con respecto a la meditación - "no es concentración, es relajación", no es algo que forzamos a través de prácticas (aunque nos ayuden) , la meditación es nuestro estado esencial y se manifiesta en nosotros cuando estamos en predisposición y conexión con nuestro Yo espiritual.
Así, fue sencillo cerrar los ojos y entrar en esa hermosa comunión de la energía de varias almas sintonizadas, relajadas y predispuestas.
Después de la meditación leímos las palabras de Osho :
La meditación es relajación
La meditación es una pausa, un descanso total, una completa detención de toda actividad: física, mental, emocional.
Cuando te tomas un descanso tan profundo, nada se agita en tu interior.
Cuando abandonas toda acción en sí, como si estuvieras medio dormido a pesar de estar despierto, llegas a saber quién eres.
De repente se abre la ventana. No se la puede abrir con esfuerzo, pues el esfuerzo genera tensión, y ésta es la causa de todas nuestras desdichas.
Por esta razón es muy importante comprender esto: la meditación no es un esfuerzo.
Uno debe tener una actitud lúdica respecto de la meditación, aprender a disfrutarla como algo divertido. Uno no debe tomarla de manera seria y formal. Si lo hace, está perdido.
Uno debe llegar a la meditación en forma muy placentera. Y tiene que ser consciente de que está cayendo en un descanso más y más profundo.
No se trata de concentración; por el contrario, se trata de relajación. Cuando estás completamente relajado, por primera vez comienzas a sentir tu propia realidad; te enfrentas a tu propio ser. -Osho -